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La celebración del Carnaval tiene su origen
probable en fiestas paganas, como las que se realizaban en honor a Baco, el Dios
del vino, las saturnales y las lupercales romanas, o las que se realizaban en
honor del buey Apis en Egipto.
Según algunos historiadores, los orígenes de las
fiestas de Carnaval se remontan a las antiguas Sumeria y Egipto, hace más de
5,000 años, con celebraciones similares en la época del Imperio Romano, desde
donde se difundió la costumbre por Europa, siendo traído a América por los
navegantes españoles y portugueses que nos colonizaron a partir del siglo
XV.
El Carnaval "Cristiano"
La celebración del Carnaval es una de las fiestas más populares.
Se celebra en los países que tienen tradición cristiana, precediendo a la
cuaresma. Por lo general, en muchos lugares se celebra durante tres días, y se
los designa con el nombre de carnestolendas, y son los tres días anteriores al
Miércoles de Ceniza, que es el día en que comienza la cuaresma en el Calendario
Cristiano.
Se supone que el término carnaval proviene del latín medieval
"carnelevarium", que significaba "quitar la carne" y que se refería a la
prohibición religiosa de consumo de carne durante los cuarenta días que dura la
cuaresma.
Hay países en que se comienza la celebración del carnaval en
distintas fechas, como en algunos lugares de Alemania en que se inicia el 11 del
11 a las 11 horas 11 minutos. O los hay que lo comienzan no bien termina la
Epifanía, el 6 de enero. En otros lugares es tradicional comenzar el jueves
anterior al Miércoles de Ceniza, y lo denominan Jueves Graso, como sucede en
Italia.
En ciertos países en que el Carnaval está muy arraigado como
celebración popular, y ya alejada de su significado religioso, alargan los
festejos a los fines de semana del mes de febrero y a veces el primer fin de
semana de marzo.
El Carnaval
en la Edad Media y
en los Tiempos de la Colonia
En la Edad media, tan inflexible en los ayunos, abstinencias y
cuaresmas, y con persecuciones a quienes no respetaban las normas religiosas,
sin embargo, renació el carnaval y se continuó la tradición hasta la actualidad
en muchos lugares del mundo. En esta época, se celebraba con juegos, banquetes,
bailes y diversiones en general, con mucha comida y mucha bebida, con el objeto
de enfrentar la abstinencia con el cuerpo bien fortalecido y
preparado.
En la España de la época de la Conquista y la Colonia ya era
costumbre durante el reinado de los Reyes Católicos disfrazarse en determinados
días con el fin de gastar bromas en los lugares públicos. Más tarde, en 1523,
Carlos I dictó una ley prohibiendo las máscaras y enmascarados. Del mismo modo,
Felipe II también llevó a cabo una prohibición sobre máscaras. Fue Felipe IV,
quien restauró el esplendor de las máscaras.
El Carnaval
en los Tiempos Modernos
Hoy en día, hay lugares célebres por sus festejos tradicionales
y espectaculares, que atraen al turista y al amante de las costumbres de cada
sitio, como lo son el Carnaval de Río, el de Santa Cruz de Tenerife, el de Oruro
en Bolivia, el de Corrientes en Argentina y el de República Dominicana, con sus
distintas expresiones, desde el Vegano hasta el de Santo Domingo.
Se celebra en los distintos lugares de formas similares, pues
siempre se presencian desfiles de carrozas, comparsas formadas por grupos de
máscaras o bailarines vestidos con un mismo estilo que caracteriza a cada una de
ellas, máscaras representando a distintos personajes reales o alegóricos, así
como bailes de disfraces y diversión con cotillón, típico de esta fecha.
En algunos lugares se estila que las máscaras persigan a los
paseantes con vejigas que se utilizan para asustan, dar golpes no demasiado
fuertes, o hacer reír; en otros lugares es típico el uso de serpentinas, papel
picado, espuma molesta, y hasta mojar con agua, en pomos, globos y
recipientes.
El antifaz moderno es un vestigio de las fiestas de Baco y
Cibeles.